Caprichos del destino.

Son épocas, quizás sea cuando menos te lo esperes, lo único aquí claro es que llega de golpe y sin avisar.
Probablemente una vez que entre en tu vida no vas a querer que salga nunca jamás, es más, vas a querer que perdure de por vida que ¿por que?, es simple, nadie puede hacerte tan feliz.
El problema llega cuando tu felicidad esta a cientos de kilómetros de distancia y sólo quedan mensajes, videos y recuerdos de por medio.
Nada ni nadie me puede saciar las ganas que tengo de verte, es más, tengo tantas ganas que en mis ojos creas ansiedad.